La alcachofa es mi verdura favorita, un manjar con Denominación de Origen en la Comunidad Valenciana. Parace que también a Pablo Neruda le encantaba, aquí "Oda a la alcachofa" de "Odas elementales" (Pablo Neruda, 1945), que empieza así:
"La alcachofa
de tierno corazón
se vistió de guerrero,
...
Así termina
en paz
esta carrera
del vegetal armado
que se llama alcachofa,
luego
escama por escama
desvestimos
la delicia
y comemos
la pacífica
pasta
de su corazón verde (...)"
Sin más dilación os cuento cómo las preparamos en casa para comer al horno, la potencia de su sabor es insuperable:
Quitar 8 ó 10 hojas de cada alcachofa.
Bajo del grifo abrir las hojas hasta llegar al centro, dejar en una bandejita con sal y aceite rociada por las hojas. Cuando este quemada la alcachofa ya estará lista. 45min. aprox. 200º- 220º
INGREDIENTES:
Alcachofa de Benicarló
Sal
AOVE
NOTA: Si la acompañamos de una copa de vino, tened en cuenta que le cambiará el sabor a la bebida (no necesariamente para mal). Si la comemos junto al arroz al horno también cambiará el sabor del arroz, en este caso lo convierte en su mejor versión, sin duda.
Si una vez la pruebas te quedas con ganas de conocerla mejor, aquí te cuento un poco más sobre ella:
Es una planta perenne nativa de la región mediterránea, variedad de una especie de cardo que se cultiva como alimento. La parte comestible de la planta son las yemas florales (antes de que florezcan).
No sabemos con exactitud si fueron fenicios, romanos o árabes los responsables de la evolución de este familiar del cardo, del que se ha ido distanciando progresivamente a medida que el agricultor ha concentrado su esfuerzo en desarrollar sus capítulos florales, mientras que en los cardos la atención se centró siempre en sus tallos y hojas. Las primeras referencias que encontramos de este vegetal son unos grabados en las pirámides de Egipto y, aunque los griegos la conocían y la utilizaban como medicina y elixir de amor, es el romano (nacido en Cádiz) Columela quien en su obra “De re rustica” nos cuenta que las cynaras se pueden plantar en dos estaciones diferentes en el mismo año y que hay que abonarlas con cenizas. Por Plinio también sabemos que la alcachofa estaba muy presente en los antiguos banquetes romanos, aunque hay una gran polémica y no se sabe si lo que conocían y cocinaban eran alcachofas como las actuales o cardillos silvestres.
En parte de la Edad Media pasa prácticamente desapercibida pero no se olvidan de su leyenda como alimento afrodisíaco y en algún momento es prohibido su consumo a las jóvenes en edad de merecer.
Son los árabes quienes la implantan y generalizan su consumo y cultivo, que esta datado en el “libro de la agricultura” de el agrónomo Ibn-aI-Awam (SXII) que nos habla del cardo como planta silvestre y de los alcauciles como planta derivada de los anteriores y cultivada por la mano del hombre. Los nombres de la alcachofa en muchos idiomas europeos hoy en día vienen del árabe medieval (Al-khurshuf), a través de la España medieval.
En el siglo XV se consumía regularmente también en Italia y parece que fue introducida en Francia por Catalina de Médicis quien al contraer matrimonio con Enrique II, rey de Francia, revolucionará las cocinas de la Corte aportando distintas formas de cocinar y nuevos ingredientes entre los que se encuentra su favorito: la alcachofa. Parece ser que Luís XIV de Francia, el Rey Sol, era otro fan de nuestra preciada alcachofa.
El botánico Cabanilles las denomina Scolimus hispanicus y dice que abundaban en su época (finales del siglo XVIII) en los regadíos de toda la tierra valenciana. Los agricultores han perfeccionado el producto a lo largo de los siglos hasta ofrecernos esa obra de arte viva que llamamos Alcachofa de Benicarló D.O.P que se cultiva en la temporada que va de octubre a junio en la comarca castellonense del Baix Maestrat.
Para mí, la Alcachofa de Benicarló es la mejor con diferencia. De tamaño mediano, de sabor intenso, con hojas tiernas y corazón jugoso. Además de tener un buen aspecto exterior, compacto y apiñado, también poseen un mayor aguante al ennegrecimiento después del corte, por eso no necesito meterla en agua con limón durante su preparación.
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