Potaje de garbanzos

El potaje de garbanzos es uno de los ejemplos más emblemáticos de la cocina de vigilia en España. Se trata de una receta tradicional de Cuaresma y Semana Santa, cuyo origen está en los llamados guisos de abstinencia: elaboraciones sin carne nacidas de un antiguo precepto de la religión católica que prohibía su consumo los viernes de Cuaresma, un periodo que comienza el Miércoles de Ceniza y finaliza la tarde del Jueves Santo.

Ingredientes:

Garbanzos (mejor congelados o en remojo desde el día anterior)
Aceite de oliva virgen extra
1 cebolla
1 diente de ajo
Tomate triturado natural
Pimentón dulce, una cucharadita pequeña
Unas hebras de azafrán
Espinacas frescas
1 huevo
Sal

(Bacalao desalado y desmenuzado opcional. Personalmente prefiero la versión vegetariana, sin bacalao)

Poner los garbanzos a hervir en una cazuela (si son congelados, directo; si están en remojo, escurridos) y dejarlos cocer.

En una sartén, freír la cebolla picada y un ajo en aceite de oliva hasta que estén dorados. Retirar del fuego y añadir el pimentón con cuidado para que no se queme. Inmediatamente, incorporar el tomate triturado y dejar que se reduzca un poco el sofrito.

Añadir este sofrito a la cazuela con los garbanzos. Si decides añadir bacalao, este es el momento de incorporarlo.

Cocer el huevo duro aparte. Cuando esté listo, separar la clara de la yema. Cortar la clara en trocitos y machacar la yema en un platito para ligar el caldo. Añadir ambas al guiso.

Añadir sal, probar y ajustar el punto. Finalmente, incorporar las espinacas y el azafrán y dejar que todo cueza unos minutos más.

Para mí, que soy capillitas, es una mezcla de fe, tradición y cultura.


Comentarios